Querido Cerebro, ¿por qué me odias?

Querido cerebro: ¿por qué me odias? Quiero decir... ¿qué te he hecho yo?

Cerebro: ¿Oh? ¿Oh? ¿Perdón? ¿En serio quieres que hablemos de eso? ¿De lo que me has hecho? ¿Quieres decir aparte de alimentarme con tebeos ridículos, de obligarme a memorizar libros de texto interminables una noche antes del examen para vomitarlos al día siguiente? ¿Aparte de lanzarme cine basura de gore y terror a punta pala, caspa y marcianadas de las que no se puede hablar con nadie, porque somos los únicos ENFERMOS en el mundo que las han visto? ¿O aparte de que me tortures día y noche con jazz experimental imposible de predecir y que es imposible establecer en patrones lógicos? ¿Que qué me has hecho aparte de pudrirme con un sentido del humor tan pésimo que hasta los peores chistes del Un,dos,tres, se sonrojan al oírlo? ¿APARTE DE TODO ESO, QUIERES DECIR?

-Sí, aparte de todo eso.

C(respiración pesada y arrastrada de pura frustración): ¡Oh, bueno, MELÓN, pues aparte de todo eso, NADA!

...A veces creo que mi cuerpo no está bien montado. Lo que es mi cerebro, tendría que ser mis tetas. Sólo así se explica que se lo tome todo tan a pecho.

C: ¡GENIAL, otro chiste-puñalada! ¿Por que yoooo...? ¿Por qué a mí.....?